Los wallabys pertenecen a un grupo de mamíferos muy antiguos: los marsupiales.
Se alimenta de una gran variedad de plantas, frutas e invertebrados, como insectos o larvas de escarabajos. Tiene unas características semejantes a sus hermanos mayores: patas delanteras cortas con cinco dedos y posteriores alargadas con cuatro; cola fuerte, y una bolsa o marsupio con abertura anterior conteniendo cuatro mamas. Sus enemigos principales son el dingo (perro salvaje) y el hombre, quien los caza para conseguir su piel y fabricar cueros.
Son de hábitos nocturnos y solitarios, aunque pueden compartir áreas de alimentación con otros ejemplares.
Normalmente se comunican con gestos y solo en situaciones extremas pueden gruñir, silbar y hacer chasquidos.
Las hembras pueden permanecer embarazadas siempre, poseen dos úteros, lo que implica que pueden iniciar un nuevo periodo de gestación mientras todavía llevan una cría en su vientre.
Su característica más notable es la bolsa o marsupio de las hembras, dentro de la cual se completa el desarrollo embrionario de sus crías. La gestación de los wallaby se completa en unos 15 días, tras los cuales nace una cría de aproximadamente un gramo de peso que, sirviéndose de sus fuertes patas delanteras, trepa por el pelaje de su madre y se introduce en el marsupio. Una vez allí permanecerá en esa posición durante todo el desarrollo embrionario.
Los primeros wallabys que llegaron a Cabárceno fueron donados por el Excelentísimo Ayuntamiento de Santander, que trasladó a éste Parque al grupo de dicha especie que habitaba en el Parque de Mataleñas.
Peso adulto | 6 a 18 Kg |
Altura | 70 cm |
Periodo de gestación | 15 días, pasando después al marsupio |
Número de crías | 1 |
Longevidad | 10 años |
Hábitat | Llanuras |
Alimentación | Herbívoro |
Hábitos | Diurno |
Reproducción | Vivíparo |