Los leones son los únicos felinos que viven formando un grupo social jerarquizado con una división clara de papeles: los machos vigilan y defienden el territorio y las hembras cazan y cuidan de los cachorros.
Si las hembras de una manada pariesen con unos meses de diferencia entre ellas criarían juntas a sus cachorros, incluso llegando a amamantar a las crías de la otra hembra. Cuando crezcan, si son hembras se incorporan a la manada, reforzando y cohesionando el grupo; pero si son machos serán expulsados por su padre a los tres años de edad y vagarán, solos o en grupos muy reducidos, esperando que algún macho que tenga constituida una familia muestre un signo de debilidad, circunstancia que será aprovechada para enfrentarse a él y sustituirle.
Los machos viejos, muchas veces heridos por la lucha, sobreviven durante poco tiempo y, si se recuperan de sus heridas se convertirán en solitarios carroñeros. Como dato curioso, los machos comienzan a desarrollar su melena a los 2 años aproximadamente, pero no crecen completamente hasta los 4 -5 años, se oscurece a los 9 años y pueden perderla si se les malhiere.
Poseen un bajo porcentaje de éxito en la caza, capturando una presa de cinco intentos. A diferencia del resto de felinos, su corazón es más pequeño en relación a su cuerpo, aproximadamente la mitad, por ello no pueden correr a gran velocidad durante mucho tiempo. Si la captura de una presa les exige demasiado esfuerzo, renunciarán a ella para guardar energía.
Su alimentación se basa en gacelas, cebras, ñús y otros antílopes, aunque no desprecian nunca la oportunidad de robar presas a otros cazadores menos robustos o incluso alimentarse de carroña.
Peso adulto | 150 a 200 Kg |
Altura | 120 cm |
Periodo de gestación | 3,5 meses |
Número de crías | 1 a 4 |
Longevidad | 15 a 20 años |
Hábitat | Llanuras |
Alimentación | Carnívoro |
Hábitos | Nocturno |
Reproducción | Vivíparo |