De color grisáceo muy similar al de los burros comunes, se caracteriza por tener unas peculiares rayas horizontales en las patas. Están bien adaptados para climas áridos, pudiendo llegar a vivir con escasa comida o pasando varios días sin beber. También son capaces de soportar una pérdida de agua de hasta el 30% de su peso corporal.
Sus grandes orejas no solo le ayudan a disipar el calor, sino también a captar sonidos al poder moverlas indistintamente. La visión es otro de sus mejores sentidos, excelente tanto de día como de noche.
Corren velozmente, y no suelen huir de inmediato ante una situación potencialmente peligrosa. Si fuera necesario, se defienden tanto dando coces con las patas traseras como pateando con las delanteras.
Han jugado un papel importante en la historia africana; tanto es así, que los sultanes de la zona ordenaron castigar a quien matase a un asno salvaje.
Actualmente, según la UICN, quedan menos de 200 ejemplares salvajes en libertad, concentrados en pequeñas zonas de Eritrea y Etiopía.
Esta especie sobrevive en el planeta gracias a los esfuerzos de varios centros de conservación del mundo. Cabárceno forma parte de un proyecto internacional de recuperación habiendo conseguido tener grupo reproductor.
Peso adulto | 250 a 275 Kg |
Altura | 125 cm |
Periodo de gestación | 12 meses |
Número de crías | 1 |
Longevidad | 25 años |
Hábitat | Desiertos |
Alimentación | Herbívoro |
Hábitos | Diurno |
Reproducción | Vivíparo |