El alce europeo es el mayor de los cérvidos.
En la edad media, se podía encontrar en los grandes bosques del centro y del oeste de Europa, pero debido a la intensa caza fue exterminado por completo en esas zonas. Las medidas de protección impuestas en las últimas décadas han llevado a una recuperación de la población, habitando en la actualidad las zonas boreales y septentrionales del norte de Europa.
Aunque son animales generalmente solitarios, pueden juntarse en grupos pequeños. Son activos durante el amanecer y el atardecer y a excepción de las cortas migraciones que realizan, los alces permanecen en un mismo territorio, pero no suelen defenderlo ya que su naturaleza no es agresiva.
La época de celo es entre septiembre y octubre, cuando los machos emiten un grito fuerte para atraer a las hembras. Tras el apareamiento ambos, macho y hembra, se separan hasta el año siguiente.
Su cornamenta es gruesa, de hasta 2 metros y 20 kg, y sólo la presentan los machos, al igual que una especie de papada debajo del hocico. Su forma de palma hace que mejore su audición.
El alce eruopeo presenta diversas adaptaciones a ambientes fríos, siendo una de las principales su característica nariz prominente, con gran flujo de sangre para calentar el aire antes de que llegue a sus pulmones.
Entre sus cualidades destaca su rapidez en carrera, alcanzando velocidades superiores a los 56 km/h, y el ser expertos nadadores, pudiendo bucear durante 1 minuto, dos tácticas de supervivencia ante los posibles ataques de sus depredadores.
Peso adulto | 200 a 850 kg |
Altura | 1,50 a 2,15 m. |
Periodo de gestación | 8,5 meses |
Número de crías | 1 o 2 por parto |
Longevidad | 25 años |
Hábitat | Montañas |
Alimentación | Herbívoro |
Hábitos | Diurno |
Reproducción | Viviparo |